De repente, estaba allí. No sabría decir cómo había llegado a ese lugar, pero sin darme cuenta, estaba. Lo primero en lo que pensé fue en huir, pero hubiese sido demasiado obvio. Matarlos tampoco hubiese funcionado, a pesar de ser lo más razonable. Ellos estaban allí, yo también lo estaba.
Me miraban. Se preguntaban qué demonios hacía yo allí. Yo también me lo preguntaba, pero al igual que ellos, tampoco obtenía respuesta. A mí tampoco me hacía gracia, y decidí que lo mejor era disimular, y seguirles la corriente. Sentía cómo todo se iba distorsionando a mi alrededor. Una especie de vibración, que me hizo temblar.
De repente, la gente serpiente había vuelto. Y yo estaba allí, con ellos. Una vez más. Una música apocalíptica empezaba a sonar de fondo. Todo se oscurecía, las nubes se arremolinaban y el cielo se partió en dos. Aunque todo esto era nimio, teniendo en cuenta que yo estaba con ellos y estaba a punto de estallar.
No entiendo cómo demonios he vuelto a una situación de la que ya había escapado. No entiendo cómo demonios me las he arreglado para regresar en el tiempo, pero ésto no mola. No, para nada. Y es que, viajar a través del espacio y el tiempo tiene consecuencias. Si avanzamos es por algo, no para dar un rodeo para volver a la misma situación. Aunque igual si el destino se empeña en llevarnos de nuevo a un punto que ya habíamos pasado es por que igual ese es nuestro camino correcto...
No, imposible. A pesar de tener todas las características para ser miembro del club de la gente serpiente, sigo sin ser uno de ellos, a Dios gracias. Pero pienso que algo tan pequeño como esto tiene que hacerme reflexionar. Ya han pasado unos meses desde la última vez que estuve con todos ellos, así que es hora de pararse a pensar en los cambios hasta el momento. Lo siento por todos los que esperaban CBCAL.
¿Estoy mejor sin ellos? Sí, desde luego. Aunque parece que se hayan esforzado por estar en mi vida, siguen sin conseguirlo. Me he separado totalmente. Como se suele decir, si algo no te es útil, te estorba. Así que lo mejor es solucionarlo por la vía rápida. Amputación total, y listo. Sí, sangrarás, pero todo acaba curándose.
Pero, de vez en cuando, no está mal pararse a pensar sobre esa parte de nosotros que hemos dejado atrás. Porque al fin y al cabo, ya no va a volver. Por más que me asuste encontrarme entre ellos, ahora es imposible deshacer lo que está hecho. La enorme cicatriz que tengo en algún lado, hace ya tiempo olvidada, me impide perdonarles.
Primera regla. No se habla de 'El club de la lucha'. No, ahora en serio. La primera regla es no volver a tropezar con la misma piedra. O al menos, evitarlo en la medida de lo posible. Y es que, si vuelves a hacerlo, si tras haber salido escarmentado vuelves a caer, es que eres gilipollas. Sin perdón.
Pero noto el cambio. El antes y el después. Ahora soy capaz de calibrar la situación y ponerme a pensar en lo que significa. Y es que, al fin y al cabo no significa nada. Es un hecho sin importancia, simplemente nuestros caminos han convergido y ya. Aunque está bien pararse a reflexionar. Pienso que a estas alturas, después de todo lo pasado, es imposible que la misma situación se vuelva a repetir. Al menos no sobrio.
Por tanto, creo que, en determinados momentos, después de algo que nos ha marcado lo suficiente como para marcarnos, en algún punto del camino regresamos a esa misma situación, en otro tiempo, en otro lugar, en otras circunstancias. Y vemos lo lejos que hemos llegado, nos resulta imposible ya ver el camino de vuelta. Al principio, la situación nos supera, como si por haber roto las leyes espacio-temporales un agujero negro nos absorbiese. Pero entonces, cuando hemos sido devorados por el vacío, descubrimos que el agujero tampoco era tan profundo. Que no ha pasado nada. El universo vuelve a girar, las nubes se separan y el sol resplandece en el cielo. Vuelves a la realidad, has reflexionado un rato. Y ellos siguen en su camino y tú en el tuyo. Sigues en el mismo sitio, pero ni el tiempo ni la situación es la misma. Todo puede cambiar en un segundo. Incluso si te absorbe un agujero negro
No hay comentarios:
Publicar un comentario