Hoy estoy de buen humor. Pero necesito seguir descargando inquina. Lo de ayer no fue suficiente, necesito liberarme todavía más. Necesito ver arder Roma, sentirme relajado y tranquilo. Y sé que no lo voy a estar hasta que suelte toda mi artillería. El mayor error que puede cometer una persona es atacar a mis sueños. Quiero que paguen. Quiero verles equivocados. O al menos, quiero disfrutar soltando todo el veneno que fabrican en mi interior. Es un proceso de desintoxicación, y voy a disfrutarlo. Hoy es tu turno, perra.
La verdad es que no tengo mucho tiempo. Estoy intentando demostrar todo mi valor en apenas diez páginas. No vale con ser bueno, tengo que ser perfecto. Escribir es un baile y tengo que hacerlo al compás. Nadie me va a decir lo que tengo que hacer, ni lo poco que valgo, ni lo buenos que son los demás en comparación conmigo.
Doy todo cuando escribo, y puedo asegurar que pocos lo hacen. No escribo para conmover a nadie, ni para impresionar, ni siquiera para entretener. Escribo porque es la única manera que tengo de mejorar, porque es mi camino para llegar a hacer algo grande algún día. Y nadie, ni uno, ni millones, me van a quitar eso. Pierda o gane, seguiré adelante. Porque si no es hoy, es mañana. Pero puedo asegurar una cosa. Voy a darlo todo, voy a exprimirme hasta mi máximo no, al siguiente. No pienso dejar ganar a nadie, ni porque me desmotiven o me pongan la zancadilla. Gracias a vosotros, estoy muy por encima de eso.
T. Te crees tan superior por ser tan común. Miras a los demás como si se encontrasen a kilómetros por debajo de tu altura, mientras caminan a tu lado. Eres la reina, o eso piensas. Eres la sensación del momento, pero ya te has olvidado que todo lo que sube tiene que bajar, que no eres más que la diversión de la semana. Los que hoy te adoran y te admiran, ayer te criticaban a la espalda, te insultaban y se reían de ti. Y mañana, lo volverán a hacer. Disfruta cuanto puedas, porque la caída está asegurada. Y cuanto más subas... Bueno, ya sabes.
E. Eres el ejemplo perfecto de prepotencia y arrogancia. Quizá en eso nos parecemos, y por eso te detesto tanto. O puede que sea porque detrás de esa amabilidad mal disimulada no exista más que el interés de la aceptación. Eres solo una fachada tan débil que a la mínima que sople un poco el viento, se acabará destruyendo. Y todos mirarán horrorizados tu auténtica forma, y chillarás, intentando despertar de una pesadilla que, por desgracia para ti, no es un sueño.
O. Ofreces un espectáculo divertido para el observador detallista. Te estoy dedicando más tiempo del deseado, pero desde luego, eres un espécimen interesante. Tienes todas esas virtudes que nadie desea, miras a los demás con asco y desdén, y no te das cuenta de que te dejas en un mal lugar. Da igual todo lo demás, toda la falsedad, todo. Pero tratas a todos así, a todos aquellos a los que ya has seducido.
D. Digo todo esto, no solo por el daño que me hayas podido causar. Digo esto, porque en el fondo, a pesar de ser un prepotente, un arrogante y un pretencioso, intento mejorar, intento cambiar mi forma de ser. Y algún día conseguiré cambiar completamente. No me importará si estoy por encima o por debajo de los demás. Tan solo sabré que están ahí, y que me puedo apoyar en ellos. ¿Tú qué tendrás?
I. Impresiona. Impresiona que en muy poco tiempo, haya podido cambiar al menos un ápice de mi vida. Me hace sentir bien. Aunque tenga que despotricar contra alguien para convencerme de mi objetivo y para motivarme. No es la mejor manera, pero es mi manera. Y hasta que ese cambio no llegue, que le queda poco, os tendréis que aguantar.
O. O simplemente, para resumir un poco, te digo una cosa: P. U. T. A.
No hay comentarios:
Publicar un comentario