Paraíso del caos

Hay un lugar, donde solo unos pocos llegan, y al que todos queremos ir. Es un lugar mágico, como dicen los elfos de Endorhalemvarador... en el que habitan seres hechos de luz, y el agua sabe a miel.

Dicen los que han estado (que son pocos) que es un lugar perdido en medio de la nada, rodeado de miles de kilómetros de estepa helada y yerma, y del que solo se puede salir a través de una rendija escondida que se encuentra en el Gran Palacio, detrás de una columna del tercer pasillo en la segunda planta.

Es un lugar perdido al que solo se puede llegar con esfuerzo y dedicación, al que acceden los grandes pensadores. Los hombres y mujeres miembros de esa sociedad perfecta, son el espejo al que todos deberían mirarse, a años luz de distancia de la corrupción que existe entre nosotros. Es un lugar perfecto al que todos querríamos ir pero en el que ninguno de nosotros, bajo ninguna circunstancia, debería estar
¿Por qué alguien querría estar en un lugar así? Un lugar donde no queda más opción que ser perfecto. Un lugar horrible, donde todos y cada uno son un perfecto milagro de la naturaleza, y el resto un mero error de cálculo. Ese lugar, ese infierno de calma y tranquilidad, es el último lugar al que me gustaría ir.

Vivo en un mundo donde si te descuidas un segundo, estás muerto. Donde tu supervivencia se basa en tu imagen, la crueldad es nuestro pan de cada días. O matan o te matan, es nuestro salmo. Un mundo de escasa moral para personas con escasa moral.

Devorándonos unos a otros. Jodiendo a nuestros amigos y a nuestros enemigos por igual. Pensando en cómo hacer daño al de al lado de la forma más dolorosa posible. O simplemente no pensando. Dejando que todo nos resbale, sin hacer nada importante, sin pensar en cómo mejorar. Vivir por vivir, sin ningún objetivo más allá de ello. Somos la máquina más perfecta de ese caos que reina aquí abajo, donde no existen fuentes mágicas ni las cosas se solucionan a través de la magia y el amor.

Somos perfectos de la manera en la que nadie quiere serlo. Pero eso solo significa una cosa. Una cosa que nos separa de ese mundo imaginario de perfección y fantasía que existe en nuestras mentes. Si estamos en lo más bajo de la cadena, si somos el último eslabón, la forma mas básica de ese reflejo de nuestro mundo, ese reflejo hermosamente distorsionado, significa una cosa. Solo podemos avanzar. ¡Evolución!

Y si, las entradas del fin de semana van a ser un tanto más profundas que las del resto de la semana, debido al tiempo libre que tengo para reflexionar, pero como no quiero dejar a nadie (los cuatro gatos que se pasan por aquí) con una sensación agridulce, he aquí la foto de un mono con una pistola

Buen fin de semana :)