La canción de la semana

Santi Balmes es dios. De esa clase de artistas en extinción, de los que quedan pocos o casi ninguno. Sin ir más lejos, sin él, este blog no tendría nombre. Sería 'El Blog Anónimo', 'Sin título', o 'Introducir texto'. Love of Lesbian es uno de esos grupos que marcan un antes, y un después.

Y por eso prefiero empezar esta nueva sección, en la que buscaré esa canción en la que se resume la semana, con ellos, con los chicos de Love of Lesbian y la bendita canción con la que les conocí. 'Allí donde solíamos gritar' es la primera canción de '1999', y no solamente es la canción que me dio a conocer a este grupazo, sino que es una canción, con mayúsculas, de esas que no puedes escuchar sin estremecerte, una canción en la que, cada uno de sus elementos es perfecto, tanto la letra, la música o el vídeo.

¿A que no sabes dónde he vuelto hoy? 


Cada una de las canciones que escucho, es un momento grabado, un sentimiento, un recuerdo. Todas, de forma distinta, influyen en cierto modo sobre mí, aunque su significado vaya variando con el tiempo. Pero esta semana, 'Allí donde solíamos gritar' describe perfectamente esta última semana.

Y en los bancos que escribimos, medio a oscuras, sin pensar...


Posiblemente ésta semana haya perdido lo último que me quedaba de mi infancia. Y aunque era ya solo un recuerdo de lo que fue, es inevitable pensar en cómo van a ser las cosas a partir de ahora sin eso. Siempre quedará ese recuerdo, sin importar los daños, los rencores... Y, por ahora, es suficiente.

Se escapa a mi control, problema y solución


Es triste pensar que por ahora, canciones como esta quedan eclipsadas por las 'listas 40', y todo el pop comercial que nos tragamos, día sí, día también. Cada una de las frases de esta canción es perfecta, en su conjunto, es una de esas letras que se te graban. Y a pesar de que no es una de mis favoritas del último disco, sigue siendo una auténtica maravilla comparado con la bazofia que se suele escuchar por estos lares.


Y ya está, ya hay paz, ya hay paz...


Ya hay paz, ya no importa lo que pase a partir de ahora. Las cosas se han solucionado, y ya no hay marcha atrás. Se van a quedar como están, pase lo que pase. Nadie puede permitirse quedarse estancado en algo que no vale la pena, y si después de luchar, después de haber hecho todo lo posible por intentarlo, las cosas siguen así, entonces... hay paz. Y ya está.

¿Por qué gritaba? Lo sé y tú no. No preguntabas, tú nunca, no...